Con un poco de ayuda tecnológica, una cooperativa ayuda a los jóvenes a ganarse mejor la vida
Todo comenzó con 15 jóvenes de Jenin (Ribera Occidental) que querían aprovechar el inmenso potencial de la apicultura en Palestina para ganarse la vida. Aunque gran parte del mundo lo desconozca, Palestina es un competidor formidable en el mercado apícola: en 2020, según las estimaciones, había en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza unas 86 000 colmenas, número que ha aumentado en los tres últimos años. En julio de 2017, estos aspirantes a apicultores se unieron para crear un sistema de apoyo conocido como «Cooperativa de la miel Al Hannoun».
Muchos jóvenes de diferentes orígenes se sintieron atraídos por el grupo y pronto lo convirtieron en una comunidad consolidada de personas que trabajan a lo largo de las diversas etapas del ciclo de producción de la miel.
A raíz de este éxito, Islam y Ahmad Nizar, otro miembro de la cooperativa especializado en ciencias de la nutrición, se pusieron en contacto con la FAO en 2020 para obtener apoyo que les permitiera mejorar sus actividades apícolas y ayudar a los miembros de la cooperativa a aumentar los ingresos de producción.
Izquierda/Arriba: El número de colmenas en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza aumentó hasta 86 000 en 2020. © FAO/Hend Younis. Derecha/Abajo: Abu Yousef, fundador de la cooperativa de miel Al Hannoun, ayuda a otros jóvenes apicultores a añadir valor a su producción fabricando artículos especiales. © FAO/Hend Younis
De entrada, la FAO llevó a cabo una evaluación de las necesidades junto con la cooperativa, el Ministerio de Agricultura de Palestina y especialistas en apicultura del país. Posteriormente, con fondos del Gobierno de Canadá, la Organización proporcionó a la cooperativa una máquina de reciclaje de cera de abejas y orientación técnica a medida. Fue la primera vez que se introducía esta máquina en la actividad apícola en Palestina. Este innovador aparato permite a la cooperativa reutilizar la cera de abejas que ha sido dañada o destruida en las colmenas.
Por lo general, la cera de abejas se frota contra las paredes internas de las colmenas de madera para animar a las abejas a visitarlas. Esta máquina recién introducida reutiliza la cera de abejas usada que recogen los agricultores de las colmenas antiguas. La máquina funde, homogeneiza y purifica la cera en un tanque especial. Luego la bombea hacia un depósito de enfriamiento, la extiende, le da forma y la corta para formar nuevas bases moldeadas de cera de abeja, respetando todos los requisitos de calidad y seguridad.
Gracias a esta tecnología innovadora, los apicultores reutilizan grandes cantidades de cera de abejas usada. La tecnología aplicada garantiza que la cera reciclada mantenga la forma, la estructura, la precisión de las celdas y el aroma. Por otra parte, las bases recién producidas se componen principalmente de cera de abejas natural, lo que las hace más aceptables para las abejas melíferas.
Utilizando cera de abejas reciclada, los miembros de la cooperativa producen velas perfumadas y otros artículos especiales. Ahora se proponen abrir una tienda para vender sus productos. © FAO/Hend Younis
En el plazo de un año desde la introducción de la máquina de reciclaje, Islam y Ahmad pudieron ahorrar una cantidad estimada de 5 840 USD (18 000 ILS) en cera de abejas, lo que supone un ahorro del 28 %. Este resultado no solo es prometedor para el futuro de Al Hannoun, sino también para el sector apícola de Palestina en su conjunto, que en 2020 importó unas 60 toneladas de cera de abejas industrial.
Optimizando el reciclaje de la cera de abejas, el sector puede ahorrar aproximadamente un 50 % en gastos conexos. Además de representar un gran beneficio económico, esta máquina evita la eliminación de grandes cantidades de cera de abejas usada, reduciendo así el volumen de residuos generado por las actividades apícolas. Por otra parte, la cera de abejas reciclada es de mayor calidad que las ceras importadas, artificiales, disponibles en el mercado, de modo que los productos son más inocuos y ecológicos.
Actualmente la cooperativa Al Hannoun está formada por 50 jóvenes (36 hombres y 14 mujeres) y es motivo de orgullo. El entusiasmo que rebosan los jóvenes, como Ahmad e Islam, inspira a otras cooperativas de Palestina a buscar oportunidades de inversión innovadoras y respetuosas con el medio ambiente que permitan mejorar los medios de vida locales y la calidad de vida general de sus miembros.
Para más información y poder leer la nota de manera completa consultar a la página web de la FAO
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